Palabras

Dan forma al aire, con un leve olor a tinta, diferentes colores, diferentes premisas. Dicen todo y a la vez nada, hieren de muerte y a la par, sanan.

Importan, pues transforman todo a su antojo, y dependiendo del oyente cambian, trayendo el enojo. Son simples formas de aire, impulsadas con delicadeza o con odio, tejidas con premura o expulsadas con arrojo, mil significados contienen las simples sílabas que dan forma a la vida que nace de la risa.

Enamoran y rompen por dentro, manipulan y acarician, para unos miel y para otros hiel. Al morir nacen como el fénix, de sus cenizas algo totalmente nuevo surge, que en nada se equipara a la anterior, que es mil veces mayor, y necesita del resto para sobrevivir.

Los vocablos son tan avanzados que han entendido que solos son más fuertes, no existen soldados, sino un general enorme formado de retazos. Que estúpidos los humanos, que tras milenios aún no pueden entender, lo que una palabra aprende apenas nacer: que la unión hace la fuerza y el egoísmo nos hace caer.