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martes, 7 de julio de 2015

Soñé

Soñé que respiraba.

Mis pulmones se llenaban con tu perfume y el aroma del vivir. Soñé tu boca sobre la mía en una sinfonía de gemidos prohibidos y sabores olvidados. Soñe el latido de mi corazón, desbocándose por un roce. Soñé que soñaba contigo, sonriendo levemente, deslizando tu mano en la mía mientras yo enloquecía solo al verte.

Soñé tantas cosas que al despertar; fría y otra vez sola, con el sabor de tu boca impregnado en los labios y las cosquillas de tus dedos perdidas en mis manos, no pude contener las lágrimas que se suicidaron en el llanto.
Quién pudiera soñar eternamente, si así estoy a tu lado.

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