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martes, 7 de julio de 2015

Ropas demasiado grandes

Pican los ojos con lágrimas secas y arde la sien con dolor apenas controlado, mientras se ahoga mi alma en mentiras.

Una sonrisa en la cara y todo irá bien, mientras sea convencible.

Se está cayendo todo a mi alrededor y no soy más que una niña asustada en una ropa demasiado grande. Atrás quedaron los castillos de naipes y las muñecas, las ensoñaciones.

La vida duele y a mí me está matando. No sangro, pero me derramo por los ojos. Me estoy quedando vacía y sin parches que ponerme.

Dime qué está mal, qué puedo arreglar, qué parte mí puedo coser para dejar de estar rota. Una cicatríz más no arruinará el tapiz.

Ayúdame. Solo quiero saber a quién he cabreado para estar así. Todo se derrumba.

Y en el centro, yo.

Sola.

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