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miércoles, 8 de julio de 2015

Bullets

Dentro de mí.

No dejo de correr, tratando de huír de algo que se ha infiltrado en mi sangre, envenenado mi cerebro y me está consumiento lentamente.

Sería un cliché decir que eres mi droga, y tampoco lo eres. Dejémonos de ñoñadas, eres la bala, la pistola y el cabrón que aprieta el gatillo.

Pero también yo soy la bala y la pistola.

A quién quiero engañar, tienes una forma única de romperme en padazos.

No quiero oír la palabra que recorre tu mente y lucha por salir de tus labios. No soy masoquista, soy la compañera de piso del dolor.

Dentro de mí.

Lo noto.

Rasgando lentamente todo lo que queda, destrozando meticulosamente cada estatua de cristal. Dejémonos de mentiras.

Disparaste. Y yo salté en medio.

No es culpa de la bala. Ella solo se dejó llevar por tus encantos.

Como culparla, si es mi mismo pecado.

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