Sabor a remordimientos en mi boca.
Me tiemblan los párpados y estoy ardiendo por dentro, mi piel está demasiado fría.
No me quites la botella. Sin ella me acuerdo de los dedos
apuntandome, tus ojos llenos de confusión y la bilis llenando de
ansiedad mi esófago.
No preguntes cuando se volvió el alcohol mi amante, solo sé
que quema en mi garganta como las lágrimas en mi pecho, y que duele
menos.Me hace olvidarlos, olvidarte, olvidarme.
Si no me veo no sabré lo que está mal, donde caí.
Entiéndelo. A mi tampoco me gusta. Pero no me apartes de ella.
La botella es lo único que está entre el dolor y mi cerebro. Déjame matarme unos minutos más, luego volveremos a vivir.
Pero dame unos minutos para recordar cuando en sus miradas solo había amor y no esperaban nada de mí.
Dame unos minutos de inconsciencia en los que ser una niña otra vez.
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